día 3

Aunque es de fuera ha llegado

para estar a nuestro lado.

 

Tolerancia. Dar oportunidades a la gente. Posibilidades de aprender. No al racismo. Necesidades sociales: pertenencia a un grupo.

 

 

EQUIPO

Antes de empezar, les pediremos a los jóvenes que traten de recordar el lema del día (Aunque es de fuera ha llegado para estar a nuestro lado) y de explicar lo que el lema les sugiere, pudiendo recurrir a lo que hayan visto y oído ese mismo día en la oración de la mañana. Si no participan mucho, los responsables podréis aclararles que vamos a hablar de los inmigrantes, de los hombres/mujeres y niños/niñas que llegan a nuestro país, así como de los jóvenes que pueden llegar nuevos a nuestra clase, parroquia, barrio... aunque no sean de otra nacionalidad o de otra cultura. Y, por supuesto, vamos a hablar también de la tolerancia y la lucha contra la xenofobia.

 

Comenzaremos el equipo poniéndonos en manos de Dios, pidiéndole que nos dé luz y nos ayude a ser sensibles ante el problema de la inmigración y el racismo. Para ello, contemplaremos un pasaje Bíblico donde le explicaremos a los jóvenes que María, José y el propio Jesús recién nacido ya fueron forasteros en su tiempo, teniendo que buscar un lugar donde refugiarse, una casa donde dar a luz y hospedarse, y ellos mismos sufrieron el rechazo de los lugareños que no los querían recibir en sus casas allá en Belén:

 

Nacimiento de Jesús (Lc. 2, 1-7)

 

Por aquellos días Augusto César decretó que se levantara un censo en todo el imperio romano. Este primer censo se efectuó cuando Cirenio gobernaba en Siria. Así que iban todos a inscribirse, cada cual a su propio pueblo.

También José, que era descendiente del rey David, subió de Nazaret, ciudad de Galilea, a Judea. Fue a Belén, la ciudad de David, para inscribirse junto con María su esposa. Ella se encontraba encinta y, mientras estaban allí, se le cumplió el tiempo. Así que dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada.

 

 

1.    Partimos de la vida.

 

En este primer apartado buscaremos que el mensaje del equipo sea significativo para los jóvenes, debiendo tener relación con la vida real. Es decir, debemos comenzar el grupo relacionando el mensaje con el día a día de cada uno.

 

En un primer momento, les pediremos a los jóvenes que digan uno a uno qué personas conocen de otros países que viven cerca de nosotros o con quienes compartimos espacios o actividades comunes (es decir, vecinos/as del barrio, compañeros/as de clase en el instituto, jóvenes de mi parroquia, amigos/as de mi grupo más cercano...) y que digan si conocen sus nacionalidades y algo sobre sus países de origen.

 

Es IMPORTANTE que, como responsables, seamos especialmente cuidadosos en nuestro lenguaje con este tema y debemos velar porque los jóvenes también lo sean, porque puede darse perfectamente que en el equipo o en el campamento estén participando personas de otros países, a la vez que debemos tratarlo con toda la naturalidad del mundo.

 

En un segundo momento, podemos realizar la DINÁMICA central del equipo, que es la siguiente:

 

Dividimos a los jóvenes en 2 grupos (el número de cada grupo debe valorarlo el responsable del equipo, una vez leída la dinámica entera y dependiendo del número de jóvenes que tenga).

 

Uno de los 2 grupos (en todo caso, el más minoritario) se coloca a un lado de una raya trazada en el suelo que servirá como “frontera” (dibujada en la tierra o hecha con algún material) y representarán a los españoles que han nacido, crecido y vivido en España, y el otro grupo (en todo caso, el más numeroso) se situará al otro lado de la raya y representarán a inmigrantes de diferentes nacionalidades que quieren entrar en España por diferentes motivos.

 

La dinámica es sencilla, pues se trata de que los jóvenes en el papel de inmigrantes deben exponer y explicar su situación en su país y el motivo que les ha llevado a abandonarlo para intentar entrar en España. Y por otro lado, los españoles deben decidir si los dejan entrar en su país o no.

 

A continuación se detallarán los diferentes inmigrantes que van a ser representados, con una pequeña idea o indicación del motivo que les lleva a querer entrar en España. Lo IMPORTANTE es que el/la joven que juega ese papel de inmigrante trate de convencer razonadamente a los residentes en España, que desarrolle esa idea inicial que se da como indicación, que busque argumentos, que se ponga en el lugar de un inmigrante de verdad, que piense cómo es su vida... Y SOBRE TODO, QUE TIENE EL MISMO DERECHO COMO SER HUMANO A VIVIR TAN DIGNAMENTE COMO CUALQUIER PERSONA (SEA DEL PAÍS QUE SEA, ETNIA, COLOR, RELIGIÓN...), A TENER UNA VIVIENDA, A PODER COMER, A PODER ESTUDIAR, A PODER TRABAJAR EN EL FUTURO (INCLUSO VOLVIENDO A SU PAÍS DE ORIGEN). El responsable animará, guiará y ayudará cuando sea necesario a los jóvenes para que la dinámica sea lo más participativa posible y se desarrolle con normalidad, zanjando de raíz y de manera inmediata cualquier tipo de comentario racista o xenófobo por nacionalidad, etnia, color, religión...

 

Inmigrantes:

 

-       Refugiado/a Iraquí - Afgano/a - Sirio/a que huye de la guerra en su país, del terrorismo que sus propios compatriotas están provocando, porque lo ha perdido todo y busca continuar con su trabajo como médico que llevaba a cabo en su país, pero esta vez en España, donde poder vivir él/ella y toda su familia.

-       Sudamericano/a (se puede nombrar alguna nacionalidad concreta o no) que huye de su país empobrecido, en el que malvive con su familia con muy poco dinero, en una casa que parece más una chabola, con los comercios prácticamente desabastecidos por una crisis nacional... Además, el resto de su familia se ha quedado en el país de origen y lo único que quiere es encontrar cualquier trabajo en España para poder enviarles algo de dinero.

-       Inglés/a que viene de vacaciones a España a pasar una temporada más o menos larga con sus amigos/as, aunque en sus “fiestas” pueda provocar destrozos en locales, peleas callejeras... Y puede que se busque un trabajillo como camarero/a de un bar y así poder alargar su estancia.

-       Marroquí que quiere entrar en España buscando un futuro mejor, poder ir a la escuela, al instituto, a la universidad, y así formarse para poder trabajar. Además huye de normas que quieren imponerle en su país donde, por ejemplo, podrían obligarle a casarse a temprana edad y sin su consentimiento, jugándose la vida en el salto de vallas con concertinas.

-       Chino/a que quiere salir de su país donde es explotado laboralmente, trabajando muchísimas horas al día por una miseria de sueldo que apenas le da para vivir a él/ella y a su familia, y poder tener un trabajo en España con mejores condiciones laborales y mejor sueldo.

-       Italiano/a que viene a estudiar a España, por ejemplo con una Beca Erasmus, y mientras estudia busca un trabajo de media jornada para poder mantenerse en España y tener también algo de dinero para alguna fiestecilla que otra.

-       Africano/a de un país en pobreza extrema (se puede nombrar alguno en concreto o no), donde la gente vive desnutrida, con enfermedades para las que no disponen de medicación y que les provocan incluso la muerte, sin agua potable, sin recursos para trabajar la tierra... Además, el país soporta una dura guerra civil, donde milicias lugareñas se dedican a atentar y matar a los propios compatriotas.

-       Mujer de Europa del Este (se puede nombrar algún país en concreto o no) a quien le han prometido unos señores de su país llevar a España para trabajar como empleadas del hogar y cuidadoras de personas mayores, pero que tienen el miedo de que estos señores resulten ser una mafia de “trata de blancas” y acaben engañándolas y obligándolas a ejercer la prostitución.

-       Alemán/a de cierta edad, jubilado/a, que busca retirarse en un lugar tranquilo de la costa española, buscando un buen clima y una buena calidad de vida, y que seguro hará uso de la Seguridad Social española como miembro comunitario/a, así como de sus hospitales y prestaciones médicas.

 

En el debate que surja entre los miembros de un grupo y otro, el responsable deberá ir señalando los PREJUICIOS que puedan ir apareciendo en cuanto a distinguir entre unos inmigrantes y otros, por motivos de sexo, nacionalidad, etnia o religión.

 

Al finalizar esta parte de la dinámica, les pediremos a los que han hecho el papel de inmigrantes que se junten a un lado de la raya que servía como frontera, y al otro lado seguirán los nacidos en España. Pero esta vez serán los españoles los que querrán cruzar dicha frontera, pidiendo entrar en cualquier otro país que no sea España en busca de trabajo, pues aquí la crisis económica y los recortes no hacen más que aumentar el paro (sobre todo juvenil) y no hay otra manera de poder trabajar de lo que tantos años llevan estudiando o preparándose, o incluso de cualquier otro trabajo en el que les ofreciesen un sueldo digno que les permita independizarse, tener una casa, ser autosuficientes, incluso poder tener una familia con quien vivir en un estado de “bienestar” y con unas condiciones dignas...

 

¿Cuáles serían para estos jóvenes unas condiciones de vida DIGNAS? ¿Y qué personas “tienen derecho” a alcanzar estas condiciones de vida DIGNAS? ¿Existe alguna diferencia entre las PERSONAS bajo la piel que nos envuelve o el lugar / país en el que nos ha tocado con más o menos suerte nacer?

 

 

2.    Tu Palabra nos da VIDA.

 

En este segundo apartado trataremos de que el joven que asista al equipo salga con la sensación de que la fe o la pertenencia a un grupo cristiano le puede ayudar a “vivir mejor su propia vida”, es decir, la Palabra de Dios nos da VIDA con mayúsculas.

 

Como los jóvenes sabrán (y si no, se les explica en este momento), todo el campamento gira en torno a la lectura de Mt. 25, 31-46, en la cual Jesús se identifica con los más pobres y necesitados. En concreto, y en relación con este tercer día, la lectura dice textualmente: “[...] era forastero, y me acogisteis [...]. ¿Y cuándo te vimos forastero y te acogimos? [...] En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis”.

 

Y en estrecha relación con esta lectura, Jesús nos propone una preciosa parábola para darnos el mejor ejemplo del trato al prójimo, porque “cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis”.

 

LECTURA BÍBLICA: El buen Samaritano (Lc. 10, 25-37)

 

Se levantó un legista, y dijo para poner a prueba a Jesús: «Maestro, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?»

Él le dijo: «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?»

Respondió: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.»

Le dijo entonces: «Bien has respondido. Haz eso y vivirás.»

Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: «Y ¿quién es mi prójimo

Jesús respondió: «Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores, que, después de despojarle y golpearle, se fueron dejándole medio muerto. Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verle, dio un rodeo. De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio le vio y dio un rodeo. Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verle tuvo compasión; y, acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y montándole sobre su propia cabalgadura, le llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y dijo: "Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva."

¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?»

Él dijo: «El que practicó la misericordia con él

Le dijo Jesús: «Vete y haz tú lo mismo

 

 

Tras compartir la lectura en el equipo, el responsable debe provocar un debate en el que lo jóvenes, en un primer lugar, resuman qué quiere transmitir Jesús con esta lectura y, en un segundo lugar, traten de relacionar dicha lectura con el tema de este tercer día, de acoger al forastero. Aquí se proponen algunas ideas interesantes de tratar con los jóvenes a raíz de la lectura:

 

-       El concepto de prójimo (independiente de nacionalidades, etnias, religiones...)

-       El hecho de que quien actuó como prójimo era Samaritano, de Samaria, región diferente a la de Judea, con quienes mantenían una relación tensa y de conflicto.

-       La estrecha relación entre las dos lecturas: Mt. 25, 31-46 y Lc. 10, 25-37.

-       El acto de acoger al forastero que practicó el samaritano con alguien que viajaba de Jerusalén a Jericó.

 

 

3.    La VIDA en oración.

 

En este tercer apartado haremos que el grupo concluya con una breve oración donde oremos con actitud agradecida por lo descubierto durante el tema o pidamos por aquello que hemos descubierto que no vivimos, para ponerlo en práctica.

 

Empezamos, pues, la oración escuchando la siguiente CANCIÓN (RELIGIOSA):

 

SER DIOS EN LA TIERRA (Grupo: Amanecer)

 

Ando por las calles de mi barrio,

paso ante la gente sin pensar

que la vida a todos ha dado

una nueva oportunidad.

 

Escucho la radio, la televisión,

hay mucho dolor y desesperación.

No hay dudas que ahí es donde tengo que estar:

son todos hermanos con necesidad.

 

Y es que me doy cuenta que soy yo al que esperan

a tenderles una mano para comenzar

esa vida llena de amor y ternura

que sólo con Dios llegará. (BIS)

 

Ando por las calles de mi barrio...

No hay dudas que ahí es donde tengo que estar:

ser Dios en la tierra...

 

Y es que me doy cuenta que soy yo al que esperan

a tenderles una mano para comenzar

esa vida llena de amor y ternura

que sólo con Dios llegará. (BIS)

 

 

Dejamos un rato de silencio para que los jóvenes hagan un eco de la palabra sobre la canción, simplemente repitiendo las frases que más les gusten, o explicando la relación que existe entre lo que dice la canción y todo lo tratado en el tema sobre la acogida al forastero, y también pidiéndole a Dios por todas las realidades que se dan hoy en día y que, tal y como dice la canción, escuchamos con demasiada frecuencia y dolor en la radio y en la televisión (noticias sobre inmigrantes que mueren en el mar en sus travesías en pateras, el drama de los refugiados en Europa, los países que viven en extrema pobreza...).

 

Es importante que se saque la conclusión que pretende transmitir la canción: QUE TODOS NOSOTROS SOMOS DIOS EN LA TIERRA, sus manos terrenas para hacer el bien al prójimo (como el buen Samaritano), empezando por los que tenemos a nuestro alrededor en nuestra casa/familia, en la clase del instituto, en la parroquia, en el barrio...

 

Según como vayáis de tiempo en el equipo y de la profundidad con la que se pueda trabajar en el grupo de jóvenes, estos pueden ir leyendo en voz alta, uno a uno y en clave de oración, las siguientes citas muy breves del Antiguo Testamento, para que vean que el drama de la inmigración no es algo nuevo de ahora, sino que ha existido desde siempre, y que desde entonces Dios ya manifestaba a su pueblo que debemos ayudar y acoger al forastero, al hermano:

 

Éxodo

Éx. 18, 3: [...] Moisés dijo: “Forastero soy en tierra extraña”.

Éx. 22, 20: No maltratarás al forastero, ni le oprimirás, pues forasteros fuisteis vosotros en el país de Egipto.

Éx. 23, 9: No oprimas al forastero; ya sabéis lo que es ser forastero, porque forasteros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.

 

Levítico

Lv. 19, 9-10: Cuando cosechéis la mies de vuestra tierra, no siegues hasta el borde de tu campo, ni espigues los restos de tu mies. Tampoco harás rebusco de tu viña, ni recogerás de tu huerto los frutos caídos; los dejarás para el pobre y el forastero. [...]

Lv. 19, 33-34: Cuando un forastero resida junto a ti, en vuestra tierra, no le molestéis. Al forastero que reside junto a vosotros, le miraréis como a uno de vuestro pueblo y lo amarás como a ti mismo; pues forasteros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.

 

Deuteronomio

Dt. 10, 19: Amad al forastero porque forasteros fuisteis vosotros en el país de Egipto.

Dt. 24, 14: No explotarás al jornalero humilde y pobre, ya sea uno de tus hermanos o un forastero que reside en tus ciudades.

Dt. 24, 17: No torcerás el derecho del forastero [...].

 

1º Reyes

I Re. 8, 41: [...] perdona y da a cada uno según sus caminos [...]. También al extranjero que no es de tu pueblo Israel, al que viene de un país lejano a causa de tu Nombre, [...] y haz según cuanto te pida el extranjero.

 

1º Crónicas

I Cr. 29, 15: Porque forasteros y huéspedes somos delante de ti, como todos nuestros padres [...].

 

Job

Job 31, 32: El forastero no pernoctaba a la intemperie, tenía abierta mi puerta al caminante.

 

Salmos

Sal. 94, 5-6: A tu pueblo, Yahveh, aplastan, a tu heredad humillan. Matan al forastero y a la viuda, asesinan al huérfano.

Sal. 146, 9: Yahveh protege al forastero, a la viuda y al huérfano sostiene, mas el camino de los impíos tuerce.

 

Isaías

Is. 61, 5: Vendrán extranjeros y apacentarán vuestros rebaños, e hijos de extraños serán vuestros labradores y viñadores.

 

Jeremías

Jr. 22, 3: Así dice Yahveh: “Practicad el derecho y la justicia, librad al oprimido de manos del opresor, y al forastero, al huérfano y a la viuda no atropelléis; no hagáis violencia ni derraméis sangre inocente en este lugar”.

 

 

También en clave de oración, podemos leer este CUENTO, que más que un cuento es una historia verídica (pero narrada a modo de cuento), para que los jóvenes reflexionen:

 

El 14 de Octubre de 1998, en un vuelo trasatlántico de una famosa línea aérea británica, tuvo lugar el siguiente suceso:

Una mujer blanca, de unos 50 años, llegó a su asiento en el avión y vio que estaba al lado de un hombre de raza negra. La mujer, visiblemente molesta, oprime insistentemente el timbre para llamar a la azafata.

- ¿Cuál es el problema, Señora? - pregunta la azafata a la pasajera.

- ¿Es que no lo ve? - responde la señora -. Me colocaron junto a un sucio negro. No soporto estar al lado de un ser tan desagradable. ¡¡¿¿No tiene otro asiento??!!

- Por favor, cálmese... - dice la azafata -. Por desgracia todos los asientos están ocupados, pero voy a ver si en primera clase hubiese algún lugar disponible.

Todos los demás pasajeros observaban la escena con disgusto, no sólo por el hecho en sí, sino por la posibilidad de que hubiera un sitio para la mujer en primera clase. La señora se sentía feliz y hasta triunfadora, porque le iban a quitar de ese sitio y ya no tendría que estar cerca de aquella persona. Minutos más tarde regresó la azafata e informó a la mujer:

- Discúlpeme, Señora, pero tal y como yo pensaba, no hay ningún lugar libre en la clase económica. Hablé con el comandante y me confirmó que no hay más sitios disponibles en la clase económica. No obstante, tenemos aún un asiento libre en primera clase.

Antes de que la señora pudiera hacer el menor comentario, la azafata prosigue:

- Es del todo inusual permitir a una persona de la clase económica sentarse en primera clase. Pero, dadas las circunstancias, el comandante encuentra que sería escandaloso obligar a alguien a sentarse junto a una persona tan desagradable.

Todos los pasajeros alrededor seguían atentamente la escena indignados. La señora, con cara de triunfo, intentó salir de su asiento, pero la azafata en ese momento se dio la vuelta y le dijo al hombre de raza negra:

- ¿Señor, sería usted tan amable de tomar su equipaje de mano y acompañarme a su nuevo asiento en primera clase?".

Todos los pasajeros del avión se pusieron de pie y aplaudieron la acción de la azafata.

Ese año, la azafata y el comandante fueron premiados y, gracias a esa actitud, la empresa de aerolíneas británica se dio cuenta de que no le había dado demasiada importancia a la capacitación de su personal en el área de atención al cliente. La empresa hizo cambios de inmediato; desde ese momento, en todas las oficinas de esta compañía, se lee el siguiente mensaje:

“Las personas pueden olvidar lo que les dijiste, las personas pueden olvidar lo que les hiciste, pero nunca olvidarán cómo les hiciste sentir” (Johann Wolfgang von Goethe).

 

 

4.    Entrega tu VIDA.

 

En este cuarto y último apartado concluiremos el equipo con la invitación a llevar a la vida todo lo hablado en él. Los compromisos deben ser pequeños objetivos que nos indiquen por dónde podemos ser más felices y crecer más.

 

Esta búsqueda y concreción de los compromisos puede seguir haciéndose en clave de oración, sin romper el clima, pidiéndole a Dios que nos dé luz, que nos sensibilice con este tema, que nos haga mejores personas, mejores cristianos; lo pueden ir diciendo en voz alta, lo pueden escribir en un papel...

 

Aclararles a los jóvenes que el compromiso debe estar relacionado con el lema del día de acoger al forastero, y que se puede llevar a cabo en el campamento, o en mi clase del instituto acogiendo al nuevo que llega (sea de otra nacionalidad o no), o en mi barrio con mis vecinos, o en mi día a día en relación a mi actitud ante la inmigración y contra el racismo/xenofobia.

 

Y mientras lo piensan, el grupo puede seguir rezando: en silencio, cantando cualquier canción que se les ocurra a los jóvenes o al propio responsable, incluso leyendo textos que les sirvan para meditar sobre el tema. Se propone lo siguiente:

 

Para animar a los jóvenes y darles ideas a la hora de encontrar un compromiso personal relacionado con el lema del día de acoger al forastero, podemos leerles esta breve cita del Evangelio:

 

La regla de oro (Mt. 7, 12)

Por tanto, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos.

 

 

También se puede cantar la canción “En la medida” (la de “Quedará el amor que hubo en ti...”).

 

Y se puede concluir la oración y el equipo con las siguientes PALABRAS DE DIEGO ERNESTO:

 

Del final del Capítulo 19: Apostolado, del Ideario Mies:

<<Madre, Reina de los Apóstoles, que cale bien hondo en el corazón de cada Misionero que su nombre de Misionero es una realidad, que nos sintamos enviados por la Iglesia en nombre de Cristo a la evangelización del mundo entero.

Que no nos cansemos nunca de predicar el Evangelio con nuestra vida y nuestra palabra, y que vayamos dando testimonio de amor desinteresado, comprometiéndonos en la lucha liberadora de toda la humanidad. Que los niños y jóvenes encuentren en MIES de verdad a Cristo, que se acerca a ellos como su libertador.

¡Niños y jóvenes olvidados de todos: en MIES tendréis vuestra esperanza!

Que sea, Señor, una realidad.>>

 

 

Del Capítulo 21: Liberación integral, del Ideario Mies:

<<Sin embargo, EN ESTE CUARTO FIN DE MIES ATENDEMOS MÁS A LO TERRENO Y HUMANO QUE A LO SOBRENATURAL, PUES ESTO ENTRA MÁS EN LOS OTROS FINES. Lo repito: el Cuarto Fin atiende, fundamentalmente, a la liberación TEMPORAL.

Así pues, liberación del “hombre” -no sólo de niños y jóvenes- es liberarlo de los males que repercuten en el hombre, tanto a nivel social como individual: pobreza injusta, opresión, guerra, paro, incultura, comercialización de lo sexual, hambre, falta de vivienda, falta de empresas laborales con espíritu cristiano, falta de adecuadas diversiones para la juventud e infancia, enfermedades, drogas, delincuencia -especialmente la infantil y juvenil-. A todo esto y otras cosas más debe atender el Mies en su deseo de liberar al hombre.>>

 

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Diego Ernesto