día 5
En los momentos de lucha
Dios te escucha.
DIEGO ERNESTO
Palabras de Diego Ernesto (Evangelio de la Gracia, capítulo 20)
Pero –esto es muy importante– el dolor es para todos los hombres; no penséis que es sólo para los cristianos o para los santos, y que los demás lo pasan estupendamente, pues el dolor está en todas partes y no habrá un rincón de la Tierra donde no esté presente. Los multimillonarios, que tienen todas las necesidades cubiertas, tienen un dolor más grande que nadie. No penséis nunca que el que tenga muchos millones va a carecer de dolor. Cuantos más millones posea, más dolores tendrá.
Jesucristo, que es Dios y Hombre verdadero, después de redimirnos pudo haber dejado la naturaleza otra vez en la misma situación que tenía antes del pecado original: sin dolor, sin muerte, sin enfermedad, a base de obrar milagros continuamente, pero no lo hizo porque eso no entraba en absoluto en los planes del Padre sobre cómo tenía que ser el Salvador, que era en forma de siervo de Yavhé, no de todopoderoso. El Señor no aparece como un «superman» que viene a transformar la Tierra y a quitar los males; no viene a quitar el mal de raíz, sino a enseñarnos cómo se puede transformar en cosas buenas por medio de la lucha, el esfuerzo, la oración y las prácticas de piedad.