día 4

María, siempre atenta,

 

de las cosas se da cuenta.

 

DINÁMICA

 

Tipo de juego: COOPERACIÓN

Título: SOPLAR EL GLOBO

Objetivo: Potenciar la idea de grupo.

Fomentar la colaboración.

Crear un ambiente distendido.

Material:

Unas plumas o unos globos.

Tiempo: Entre 10 y 15 minutos.

Consignas de partida: Las manos han de colocarse a la espalda.

Desarrollo: Los miembros de cada grupo han de colocarse muy juntos. Se

lanza un pluma sobre ellos/as y todos/as deben soplar para

impedir que se caiga al suelo. Se puede acordar un tiempo

determinado para mantener la pluma en el aire o trasladarla de

zona.

Evaluación:

Se analizarán los pensamientos y sentimientos vividos

(cooperación, conflicto, subordinación, etc.). Se valorarán los

obstáculos y la riqueza de la cooperación.

 

Tipo de juego: COOPERACIÓN

Título: FILA DE CUMPLEAÑOS

Objetivo: Profundizar en el conocimiento de los/as compañeros/as.

Buscar la cooperación del grupo en una tarea.

Material:

Ninguno.

Tiempo: Entre 10 y 15 minutos.

Consignas de partida: Ninguna.

Desarrollo: Los participantes se colocaran al azar, a partir de un lugar (que

representa el comienzo del año) se irán colocando por orden

según el mes y día de su nacimiento. Se forma así un círculo

en que están ordenados los cumpleaños de las personas.

Todo esto lo deben hacer en silencio, comunicándose la fecha

del cumpleaños por gestos.

Evaluación:

Se analizarán los pensamientos y sentimientos vividos

(cooperación, conflicto, subordinación, etc.). Se valorarán los

obstáculos y la riqueza de la cooperación.

 

Explicación:

En las dos dinámicas presentadas hay dificultades, pero en los dos casos las hemos resuelto: contando con la ayuda de los demás y comunicándonos de la forma que hemos podido.

Preguntas para la reflexión:

¿Cuál ha sido nuestra actitud ante las dificultades?

¿Con qué situaciones de la vida puedo comparar estas dinámicas?

¿Cuál es mi postura frente a los problemas o aquellos que me preocupa o me agobia?

Relación con la lectura de la boda de Caná: Dios nos puede ayudar a cambiar nuestra forma de enfrentarnos a las dificultades siempre que nosotros queramos hacerlo. La oración es la forma que tenemos de comunicarnos con él y de contarle lo que nos pasa y pedirle que esté a nuestro lado cuando más lo necesitamos. Un buen ejemplo de esto lo tenemos en María. En la boda ella está muy preocupada porque no hay vino y recurre a su hijo, le pide ayuda y aunque la respuesta de Jesús no fuera “mamá, ahora mismo”, “lo hago enseguida”, ella confía plenamente en Él. A nosotros nos pasa igual, muchas veces pedimos ayuda a Jesús y no siempre escuchamos lo que queremos oír, pero si confiamos de verdad en Él como hizo María veremos que Él nos quiere de verdad y que siempre quiere lo mejor para nosotros, aunque eso no sea lo que entra dentro de nuestros planes o lo que habíamos pensado. No estamos solos: María nos lleva a Jesús y podemos recurrir a Él siempre.

A Dios hemos de pedir lo que no nos podemos dar a nosotros mismos: el aliento de la vida, el perdón, la paz interior, la salvación. “Buscar” no es solo pedir. Es, además, dar pasos para conseguir lo que no está a nuestro alcance. “Llamar” es dar golpes a la puerta, insistir, gritar a Dios cuando lo sentimos lejos.

 

 

 

DESCARGA