día 2

HACER LO QUE DIOS QUERÍA:

“LA SOCIEDAD DE LA ALEGRÍA”

Valor: La vocación, ¿qué quiere el señor de mí?, la disponibilidad, aceptar el deber humano.

Etapa de la Amistad

Frase de Don Bosco: "AHORA HEMOS DE TRABAJAR, YA DESCANSAREMOS EN EL PARAÍSO".

 

EQUIPO

 

Intentaremos que los niños descubran que son importantes en el Plan de Dios, que Él los necesita, que conozcan la vida de personajes que, a lo largo de la Historia, Dios ha elegido para formar parte de ese Plan de Salvación.

Descubrirán que la llamada de Dios es actual y que todos estamos llamados a participar en la tarea del Reino de Dios.

 

1.    PARTIMOS DE LA VIDA 

 

 En nuestra vida cotidiana nos damos cuenta de que el hombre utiliza muchas cosas para conseguir lo que pretende. Vamos a ver algunos ejemplos:

- Se vale del viento para inflar las velas de un barco y que este pueda hacer grandes desplazamientos por el mar.

- Se vale del agua, en los embalses de los ríos, para generar energía eléctrica con la que poder usar los electrodomésticos.

- Se vale de los animales para poder alimentarse, para el trabajo, para la compañía...

- ¿Te atreves a poner más ejemplos...?

En el fondo de todo, lo importante es que cada elemento esté donde debe estar y haga lo que debe hacer para que todo funcione.

 

Dios también quiere hacer cosas con los hombres, y por eso los necesita para construir su Reino.

 

2.    TU PALABRA NOS DA VIDA

 

A lo largo de la Historia Dios se ha valido de los hombres para conseguir lo que se proponía. Es verdad que Dios es todopoderoso, pero ha querido respetar la libertad de las personas, y, por eso, antes de hacer nada, hace una propuesta. En esto consiste la vocación: Dios te hace una propuesta en la que te dice:

 

«Te necesito...»

Algunos ejemplos:

 

Moisés


En tiempos de Moisés el pueblo de Israel vivía en la esclavitud. Obligados a trabajar de sol a sol para construir los grandes monumentos egipcios. No eran libres, vivían explotados, sentían como si Dios les hubiese abandonado, gritaban a Dios desde su sufrimiento y su dolor. Y Dios los escuchaba.

Por eso un día se presentó a Moisés y le hizo la propuesta (se podría leer Éxodo 3, 1-17).

 

María

 

En tiempos de María el pueblo de Israel esperaba a un gran liberador, el Mesías. Esta joven mujer de Nazaret sería la que traería al pueblo la libertad y la esperanza. Dios se lo había prometido a su pueblo. El pueblo vivía esperando el momento de su llegada.

Por eso un día. Dios, a través del arcángel Gabriel, se presentó a María y le hizo la propuesta (se podría leer Lucas 1, 26-38).

 

San Juan Bosco

 

Juan Bosco se reunía con un grupo de niños que empezaron a ir para jugar, después para escuchar historietas y hacer los deberes escolares y finalmente, acudían sin un motivo especial. Para poner un nombre a aquellas reuniones, las solían llamar [encuentros de la] Sociedad de la Alegría. Era un nombre adecuado, ya que era obligatorio buscar en libros, tener conversaciones y entretenimientos que pudiesen contribuir a estar alegres; por el contrario, estaba prohibido todo cuanto ocasionara tristeza, especialmente las cosas contrarias a la ley del Señor.

La Sociedad de la Alegría tenía las siguientes bases:

-       Todo miembro de la Sociedad de la Alegría debe evitar cualquier conversación y acción que desdiga de un buen cristiano.

-       Exactitud en el cumplimiento de los deberes escolares y religiosos.

 

El día que S. Juan Bosco se preparó para entrar en el Seminario, se sintió conmovido y dijo en su interior: “Sí, Dios mío, disponed que este momento me revista de un hombre nuevo, es decir, que desde ahora emprenda una vida nueva, por entero según vuestro divino querer; que la justicia y la santidad sean el objeto constante de mis pensamientos, palabras y acciones. Así sea. ¡Oh María, sed mi salvación!”

 

3.    LA VIDA EN ORACIÓN

 

 ¿Y tú? ¿Te has parado alguna vez a pensar qué quiere Dios de ti?

Piensa en la situación que te rodea, en las cosas que están bien y en las que podríamos mejorar.

En medio de esa situación, ¿qué te pide Dios?

 

Para ayudarte a pensar podemos hacerlo a partir de esta oración:

 

JESÚS no tiene manos,
tiene sólo nuestras manos
para construir un mundo nuevo
donde haya más fraternidad y justicia.

JESÚS no tiene pies,
tiene sólo nuestros pies,
para poner en marcha a los derrotados
por el camino de la libertad.

JESÚS no tiene labios,
cuenta tan sólo con nuestros labios
para anunciar a los hombres
la buena noticia de la salvación.

JESÚS no tiene recursos,
cuenta tan sólo con nuestro trabajo
para lograr que todos los hombres
vivan como hermanos.

JESÚS, aquí tienes mis manos, mis pies,
mis labios, mi trabajo, mi sonrisa,
mi tiempo, mi ilusión, mi vida.

¡Aquí estoy Señor!
¡Iré contigo!

 

Podemos contestar las siguientes preguntas:

¿Cómo puedo poner mis manos al servicio de Jesús?

¿Y mis pies? ¿Hacia dónde los puedo dirigir?

¿Qué voy a decir a los demás de Jesús?

¿Qué tengo yo para Jesús?

 

4.    ENTREGA TU VIDA

 

Podemos terminar el grupo compartiendo con los demás todo lo que hemos reflexionado, esto nos puede servir de compromiso:

Señor te ofrezco mis manos para....

Señor te ofrezco mis pies para caminar hacia...

Señor te ofrezco mis labios para contarles a todos que...

Señor todas mis cosas las pondré al servicio de....

 

Todos estos compromisos debemos vivirlos trasmitiendo alegría a todo el que nos rodea, no podemos ofrecernos a los demás o transmitir a los demás el mensaje de Jesús con tristeza o desánimo. Podemos recordar a los niños que una de las bases de la Sociedad de la Alegría era “estar alegres”, podemos también compararlo con lo que hacemos en los centros Mies, nos reunimos para jugar, hacer oración, dar grupos, ir a la eucaristía… y todo esto estando siempre alegres.

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Diego Ernesto