día 6

María, con Ernesto a sus pies,

da vida a la vocación MIES.

 

LECTURA BÍBLICA

 

 

LECTURA BÍBLICA: Efesios 4, 1-16

 

Yo, "el prisionero de Cristo", les exhorto, pues, a que se muestren dignos de la vocación que han recibido. Sean humildes y amables, sean comprensivos y sopórtense unos a otros con amor. Mantengan entre ustedes lazos de paz y permanezcan unidos en el mismo espíritu.

Un solo cuerpo y un mismo espíritu, pues ustedes han sido llamados a una misma vocación y una misma esperanza. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está por encima de todos, que actúa por todos y está en todos. Cada uno de nosotros ha recibido su talento y Cristo es quien fijó la medida de sus dones para cada uno. Pues se dijo: subió a las alturas, llevó cautivos, y dio sus dones a los hombres.

Subió. Se refiere al que antes había bajado al mundo inferior. El mismo que bajó, subió después por encima de todos los cielos para llenarlo todo.

Y ¿dónde están sus dones? Unos son apóstoles, otros profetas, otros evangelistas, otros pastores y maestros. Así prepara a los suyos para las obras del ministerio en vista de la construcción del cuerpo de Cristo; hasta que todos alcancemos la unidad en la fe y el conocimiento del Hijo de Dios y lleguemos a ser el Hombre perfecto, con esa madurez que no es menos que la plenitud de Cristo.

Entonces no seremos ya niños a los que mueve cualquier oleaje o viento de doctrina o cualquier invento de personas astutas, expertas en el arte de engañar.

Estaremos en la verdad y el amor, e iremos creciendo cada vez más para alcanzar aquel que es la cabeza, Cristo. El hace que el cuerpo crezca, con una red de articulaciones que le dan armonía y firmeza, tomando en cuenta y valorizando las capacidades de cada uno. Y así el cuerpo se va construyendo en el amor.

 

 

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