día 5
María, junto a la cruz,
madre nuestra y de Jesús.
La Fidelidad, Amor incondicional, regalo de Jesús a la humanidad, se hace nuestra madre. El joven que acoge a María.
EQUIPO 1.-Partimos de la vida. María, con su vida, nos nuestra todos los valores que debemos tener presentes en nuestro día a día: en el instituto, en el trabajo, en la casa; en cada uno de los ambientes donde nos movemos; Ella es ejemplo y testimonio a imitar y a seguir. María, como madre nos muestra el camino a seguir; pero eso sí, no es un camino fácil, la elección no es sencilla. Se trata de un camino duro, lleno de obstáculos, de piedras en el camino, de dolor, entrega y sufrimiento; nos enseña el camino de la cruz y es allí, al pie de ella donde se nos entrega como Madre Universal. Hoy en día, buscamos las salidas sencillas y fáciles, sin complicaciones. Todo lo que “nos complique la vida” lo desechamos: “a la basura””. María, no mandó nunca nada a la basura, luchó, oró, lloró…todo, por estar junto a su Hijo Amado hasta el último día, con actitud de servicio, entrega, humildad y Fidelidad. El Padre Diego Ernesto decía: ¿Me permites, Jesús, que hable ahora con María? Hablar con ella, que es tu Madre, es como hablar contigo, ¿verdad? Es que quiero expresar mis sentimientos Mies para con ella y creo que, como mejor puedo hacerlo es en un diálogo con ella misma, como lo harías tú tantas veces, cuando vivíais juntos allá, en la casita de Nazaret, o como lo haréis ahora continuamente en la gloria. ¡Quién escuchara vuestras conversaciones!... Bien, ¡hasta luego, Jesús! Madre, ¡qué dulce es llamarte así: «Mamá»!, pues tú eres mi madrecita buena. Dios te ha hecho mi madre; pero eres aún más para mí, algo parecido al Señor. Tú lo eres todo para mí: mi madre, mi hermana, mi amiga, mi novia... todo, y por esto te amo, María. Te amo después de a Dios. Yo te diría que te amo fundida con Dios, hecha una sola cosa con él. Así como cuando llevabas en tu purísimo seno al mismo Dios hecho carne tuya, así te veo yo siempre. Te amo, pues, y quiero demostrarte mi amor de mil maneras. Aquí tenéis algunas preguntas para reflexionar en el equipo: 1¿Sentis a María como vuestra Madre? 2 ¿Qué actitudes de María ves en tu día a día?; ¿en quién te podrías fijar para encontrar valores y virtudes de María? 3 ¿Cómo les explicarías a tus amigos quien es María?
2.-TU PALABRA NOS DA VIDA. La lectura de hoy es muy pequeña, pero de una significación que escapa a nuestro entendimiento e imaginación. Sin embargo, es claro que tras estas palabras une inseparablemente a su madre con sus discípulos, representados por Juan, el más joven. De este modo hace a María Madre de todos, madre de la Iglesia, con aquellas palabras: “Mujer, ahí tienes a tu hijo” y al discípulo: “Ahí tienes a tu madre.”
Juan 19,25-27 Junto a la cruz de Jesús estaba su madre, y la hermana de su madre, María esposa de Cleofás, y María de Magdalena. Jesús, al ver a la Madre, y junto a ella a su discípulo al que más quería, dijo a la Madre: "Mujer, ahí tienes a tu hijo". Después dijo al discípulo: "Ahí tienes a tu madre" Desde ese momento, el discípulo se la llevó a su casa. 3.- LA VIDA EN ORACION. Este año el campamento lo dedicamos a María, madre nuestra. María como ejemplo de servicio, humildad y entrega desinteresada que, sin esperar nada a cambio, entrega lo más valioso que puede tener una persona: a su Hijo. Debemos contemplar la figura de María, buscar sus virtudes y su gracia en nuestro día a día; dar gracias a Dios por ponerla en nuestro camino como Madre protectora y acogedora; que sea Ella ejemplo a seguir en cada una de nuestras acciones diarias, que busquemos en ellas la actitud a tener, la respuesta a dar… Busquemos en su rostro doloroso de Madre sufriente, a la madre cariñosa, atenta a todas nuestras necesidades, a todos nuestros cuidados y pidámosle que nos haga sencillos y humilde de corazón para acoger, al igual que hizo ella al pie de la cruz, a todos nuestros hermanos con amor fraterno. Podemos hacer un ratito de oración y pedir por todos los Misioneros de la Esperanza, dándole gracias por la misión que nos ha encomendado y por todos los hermanos repartidos por el mundo. Leemos esta pequeña oración y luego podemos compartir o hacer silencio:
Querida Virgen
María.
4.- ENTREGA TU VIDA Después de dedicar un rato de reflexión y de oración acerca de María como Madre, ahora nos toca llevarlo a nuestro día a día, a nuestra vida cotidiana. Aquí, en el campamento, todo es más fácil, el ambiente de convivencia, el clima de oración y entrega que se vive nos facilita el poder compartir a Dios con el hermano, pero cuando lleguemos a casa y comencemos con nuestras rutina, todo se complica, pues ahí, es donde, nosotros con “las pilas cargadas” tendremos que dar testimonio de Dios y del Amor incondicional que María nos tiene. Para ello, cada uno de nosotros elegiremos una de las virtudes marianas e intentaremos crearnos un pequeño compromiso relacionado con la que hayamos elegido. Virtudes: - Humildad. - Sencillez - Fé, Esperanza y Caridad - Obediencia - Mansedumbre - Respeto - Generosidad - Fidelidad y Firmeza - Vida de oración - Perseverancia y paciencia - Disponibilidad….
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cajón de recursos
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