En esta nueva etapa después de la fusión, se ha ido tratando de actualizar y renovar todas las vivencias, compromisos y actividades de la Asociación; se ha trabajado en dotar a MIES de instrumentos para su mejor organización y mejor cumplimiento de su misión.
Directorios de Comisiones y Secciones, Plan de Formación, Formación de Aspirantes, Directorio de Probación, Proyecto Apostólico, etc., son expresión del esfuerzo de adaptación a la nueva situación intentando promover un mayor compromiso de los miembros, iniciándose nuevas tareas pastorales de diversa índole, y potenciando las actividades que ya se venían realizando con acierto.
En julio de 1994, MIES envía a tres misioneros a Asunción y a Luque -Paraguay- y allí comienzan a consolidarse nuevos grupos Mies. Desde allí se promueve y se atiende un incipiente grupo en Corrientes -Argentina- que pronto se consolidará. Posteriormente se constituirá, también en Argentina, el grupo Mies de Buenos Aires.
Además de a estos países, MIES ha realizado envíos y ha tenido presencia en diversos momentos de su historia, a través de misioneros que han ido con equipos diocesanos o comunidades religiosas, en Venezuela, Zaire, Guinea Ecuatorial, Ruanda y Angola, aunque en estos lugares no ha habido implantación de la Asociación.
En el año 2010 Mies ha comenzado una tarea apostólica a favor de los niños y jóvenes en la ciudad de Bayaka, en el país africano de El Chad.
No todos los grupos Mies relacionados en esta historia resumida siguen funcionando en estos momentos. No obstante, muchos de los miembros siguen incorporados a Mies y otros trabajando en favor de la infancia y juventud en diferentes parroquias o asociaciones.
En el año 2004 se constata que la Sede Central de la Asociación, ubicada en el Centro Mies de Málaga, situado en C/ Carretería, 97, además de su deterioro debido a su antigüedad, no reúne las condiciones necesarias que la Asociación requiere. Se decide vender el inmueble y construir uno nuevo, que hoy es una hermosa realidad, situado en C/Calzada de la Trinidad 26, bendecido por el entonces Obispo de Málaga, D. Antonio Dorado Soto, el día 25 de junio de 2007.
Mientras se realiza la obra y ante la necesidad de entregar el inmueble a los compradores, el Obispado de Málaga cede temporalmente el Edificio situado en C/ Rampa de la Aurora, nº 3, a donde se traslada la sede de Mies en febrero de 2005. Así mismo se ubica la fraternidad Mies donde vivirá sus últimos días, rodeado del cariño de los misioneros, el P. Diego Ernesto Wilson, y desde donde partirá para el Cielo el 26 de junio de 2005. Sus restos mortales fueron incinerados según su deseo y se encuentran en la Capilla del Centro Mies de Málaga. Estamos convencidos de su cercanía y apoyo desde la Casa del Padre.
En ese tiempo, Mies cederá unas habitaciones a la Asociación de Paraguayos en Málaga, abriendo sus instalaciones a las necesidades de los inmigrantes que, en número creciente, van llegando a nuestra ciudad. Un grupo de misioneros y otros voluntarios tratarán de dar repuesta a este signo de los tiempos que emerge con fuerza. Bolsa de Trabajo, Ropero, Banco de Alimentos, Servicio Jurídico, clases de idiomas, cursos de geriatría, pediatría, cocina celebraciones litúrgicas, conferencias, charlas formativas y de actualidad, eventos familiares, atención personal y múltiples actividades se realizarán en nuestra sede.
Esta apertura y acogida continúa, aunque de manera diferente, y con la dedicación de algunos misioneros, es un signo vivo del fin que se explicitó como la liberación integral de las personas desde lo no- violencia evangélica.
En esta historia de MIES, en cuyo relato resumido acabamos de llegar al momento actual, han intervenido muchas personas: niños, jóvenes, hombres, mujeres, matrimonios, sacerdotes,.... Algunas de ellas tienen una intervención muy importante aunque haya quedado casi anónima. Otras, en cambio, han participado de una forma sencilla, al estilo de la espiritualidad Mies, pero muy notablemente por la repercusión que sus vidas y sus obras han tenido en la marcha de MIES. A lo largo de este resumen hemos intentado evitar, en la medida de lo posible, la mención de nombres para no incurrir en omisiones que puedan confundir o desvirtuar el verdadero conocimiento de lo que ha sido esta realidad de la Asociación Misioneros de la Esperanza.
Sin embargo, no quisiéramos dejar de recordar a los Misioneros de la Esperanza que ya han partido para la Casa del Padre. A todos les estamos inmensamente agradecidos porque gracias a ellos la historia de MIES tiene muchos pasajes de una bondad incalculable por la entrega y generosidad de esta pequeña obra del Señor al servicio de la Iglesia y de todos los niños y jóvenes que se nos han encomendado para mayor Gloria de Dios.