El Centro es uno de los lugares más idóneos para desarrollar el apostolado con niños y jóvenes que, por vocación, están llamados a hacer los Misioneros de la Esperanza. Un Centro, para poder desarrollar las diferentes actividades que conducen a la consecución de sus fines, necesita de un espacio vital que es, a la vez, lugar de encuentro, convivencia, reunión y acogida. Ese espacio vital es el “salón”. Es muy conveniente, aunque no imprescindible, que los salones de los Centros Mies estén ubicados en locales parroquiales. Sin embargo, puede darse el caso de que existan Centros que estén enclavados en locales ajenos a la parroquia y en ocasiones, por opción hacía los más pobres, puede ser necesario crear centros que no sean dependientes de ninguna parroquia, o si el trabajo a desarrollar en los mismos es más “de calle”.