El Mies es alguien que se ha enamorado de Cristo y busca mantener esa relación de intimidad en el corazón mediante la oración diaria, la lectura del Evangelio (o sea, un diálogo constante con Él), teniendo una imagen Suya, visitándole en el sagrario,…y quiere encontrarse directamente con Él en la Eucaristía de forma regular.
Intenta imitar las actitudes de María en su sencillez, disponibilidad para la voluntad del Señor, servicio a los hermanos, cariño en los detalles. Así es Ella y así será el Mies que la ama.
No ama para ser amado. No se queja nunca si no es amado o si no lo tienen en cuenta los demás. Pero él se desvive por amar al detalle a todos los otros. Se olvida de sí mismo por el bien de los hermanos. No le importa que los demás no tengan tantos detalles con él como los que él tiene con los demás, es decir, ama sin esperar nada a cambio.
El Mies acepta las opiniones de los demás como más importantes que las suyas propias, entiende que los posibles frutos de su apostolado no son mérito de él mismo sino de Dios, que actúa a través de él; y del mismo modo sabe que las cosas no dependen solo de él sino que están en manos de Dios, por lo que no caerá en la tentación de sentirse imprescindible en ninguna tarea ni en el apostolado al que esté enviado
El Mies es obediente por motivos de fe. La obediencia es el cumplimiento del amor a Dios del mismo modo que Cristo nos amó a nosotros. En la medida en que queremos imitar a Cristo no se nos puede olvidar que Él obedeció hasta el extremo de morir, por amor a la humanidad y por obediencia a Dios, la misma que le debemos nosotros.
Nuestro modelo de vida es Jesús, el cual nos dice “No he venido a ser servido, sino a servir” (Mt 20, 28). Por eso, el responsable ejerce autoridad desde el servicio, desde la sencillez y la humildad, teniendo en cuenta que no es nada por sí mismo, sino que es Dios el que actúa, es el Espíritu Santo a través de nosotros. Por ello es muy importante que el Mies tenga siempre muy presente en sus oraciones su labor como responsable.
El Mies hace oración todos los días, pone en primer puesto todos los sacramentos, por lo tanto, participa de la Eucaristía siempre que le es posible, especialmente los domingos y días festivos. Del mismo modo, los Misioneros de la Esperanza debemos gozar con las prácticas religiosas, con el culto de la Iglesia y asistir a todos los eventos religiosos promovidos por la Asociación y la Diócesis
El Mies tiene disposición total a realizar apostolado con niños y jóvenes, ya sea directa o indirectamente. Esta es una de las misiones de la iglesia que nosotros ayudamos a cumplir. Para ello tenemos grandes ejemplos como San Juan Bosco, que dedico su vida entera a este cometido, o el mismo Jesucristo que vagaba de un lado a otro predicando y siempre tenia como ejemplo a los niños.
El Mies es fiel y obediente a la Iglesia. Interioriza lo comunicado por el Magisterio, porque es lo que vive y lo que da a conocer a los niños y jóvenes en su apostolado. Reflexiona y acepta lo dogmático (las verdades de fe) y la doctrina que es fruto de las circunstancias de cada tiempo
La santidad es la unión máxima con Dios, por lo tanto, el Mies quiere ser santo, quiere estar unido totalmente a Dios. Pero este querer no es solo una intención, sino que el Mies lucha diariamente por ser santo, por ser perfecto ante los ojos de Dios, por estar lo más cerca posible de Él. Nunca pierde la esperanza de lograrlo, aunque sienta que sus esfuerzos son insuficientes, o que su vida está llena de fallos e imperfecciones, ya que sabe que la santidad es un don que Dios nos da gratuitamente.
El Mies es alegre y esperanzador. Siempre es optimista porque se fía de Dios y espera siempre en Él. Jamás se desanima y siempre intenta animar a todos.
El Mies hace una opción por imitar a Cristo, porque lo ama. Y lo imita en la obediencia, en la austeridad… y también en el sacrificio. Jesús dio su vida hasta la muerte y no le importó pasar penurias por anunciar el Reino de los Cielos, por dar amor a los hombres.
El Mies quiere que todas las personas vivan en gracia de Dios y vayan al cielo. Pero además de esto, desea y trabaja constantemente por la liberación integral de los hombres y mujeres
El Mies, como enamorado de Cristo, opta por vivir entre los pobres para agradarle. Decide formarse, divertirse, habitar, hablar como la gente pobre, a lo sumo, como la gente media baja. Por eso su vida se caracteriza por la austeridad en lo privado y en lo comunitario, aspirando a que, cuando llegue a formar Comunidad, esta practique la comunidad de bienes entre sus miembros.
El MIES debe intentar solucionar los problemas de los demás, cambiando los sistemas en los que se abusa de las personas y fomentando la liberación integral de las personas para que sean capaces de solucionar sus problemas por ellos mismos
El MIES no es violento en su interior y esto se manifiesta en sus actos y convicciones. No está a favor de las armas ni de las guerras, sino que actúa de alguna forma para conseguir la auténtica paz entre los hombres y los pueblos
El MIES debe luchar contra el erotismo cada vez más presente en nuestra sociedad, su comercialización y su uso en todo tipo de medios, así como no participará nunca de actos con contenido sexual. Además el MIES debe intentar alejar de este erotismo a las personas de su entorno, y en especial, a los niños y jóvenes de su apostolado
Los cristianos, además de estos deberes básicos, tenemos la autoexigencia de cumplir con el mandamiento del amor que Jesús nos dio como regla de nuestra vida. El Mies, por lo tanto, quiere buscar la perfección en todos estos campos. Pone todo su esfuerzo en cumplir con los deberes básicos que le corresponden en el estudio, en su casa, con sus amigos y compañeros, pareja, etc.
El Señor nos regala unos dones y es nuestra obligación compartirlos para que den fruto, y la mejor forma de hacerlo es viviendo en Comunidad. Por eso, ningún Mies puede dejar de pertenecer a alguna Comunidad
Dentro de MIES hay distintos carismas (Sacerdote, laico, célibe, ...) que conviven en el seno de la comunidad y es muy importante que esto sea así, porque enriquece al grupo y a la asociación