Actualmente en MIES la forma o estructura más extendida de apostolado es el ‘centro MIES’, a imitación de los oratorios festivos de San Juan Bosco. El centro es una dinámica o sitio en la que generalmente enmarcamos de forma más o menos óptima nuestra metodología. Es nuestro medio más usado y sigue siendo una oferta válida, aunque su dinamismo y metodología pueden necesitar algún reajuste para su adaptación a las características propias del entorno social en el que desarrollan su trabajo.
Los centros infantiles y juveniles son una buena solución, pero no son la única solución. El anuncio del mensaje cristiano, para que resulte comprensible y aceptable debe tener en cuenta, sin duda, las condiciones del hombre a quien se dirige en un mundo cambiante, aunque con las mismas necesidades: el amor y el acompañamiento. Ahora bien, cualquier otra forma de apostolado debe ir orientada a plasmar, de la mejor manera posible y en cada situación concreta, las mismas intenciones y fines que en otras situaciones han hecho óptimo al centro como estructura apostólica. Sea cual sea el modus operandi, los fines de nuestra evangelización son el conocimiento de Cristo, la propagación de la devoción a María y la liberación integral de las personas.