día 5
Es la vida en familia el matrimonio,
y en la Iglesia es hogar y testimonio
EQUIPO
1-.Partimos de la vida: Como de la vida misma, comenzamos escuchando una canción posiblemente presente en las listas de música de muchos de nuestros jóvenes. “ERES”. De Antonio Orozco
Desperté a tu lado, desperté sin aire y desperté
Encontré mi todo, encontré la calma y me encontré
Eres la razón de mis mañanas
Tras escucharla y tras cinco días de camino en los que les estamos haciendo reflexionar acerca de las distintas llamadas que Dios nos hace, podemos preguntarles de qué tipo de llamada creen que se trata hoy. No será difícil que deduzcan que del matrimonio, el AMOR parece estar presente en estos versos como también lo está en sus vidas. Podemos pedirles tras escucharla y pararse en la letra, que respondan: Ø ¿Qué tipo de amor parece desprenderse de estos versos? Ø ¿Aparece como un amor acabado, terminado o en proceso de construcción?
Ellos viven en la falta de conexión entre la importancia del desarrollo integral de la persona, el miedo al compromiso, esta cultura relativista y líquida que todo lo convierte en inestable y finito, influyen en la idea que ellos puedan tener acerca del matrimonio. El matrimonio no tiene porqué ser ya para toda la vida. Es por tanto, una promesa que se va agotando a lo largo de los años, por la falta de crecimiento en el amor, la confianza y la fe. Nosotros vamos a proponerles un plus en su concepto de amor, en la manera de entender el matrimonio y una forma de concretar nuestro “ser casados” dentro de MIES
Se trata de hacer una comparación gráfica y muy a propósito, entre la experiencia de los previos y la vivencia actual que están teniendo a lo largo de estos días haciendo el Camino de Santiago.
La vivencia del matrimonio, nuestro ser casados en Mies tiene mucho que ver con lo que ellos están experimentando. El responsable puede ofrecerles las pistas y los jóvenes deben ir relacionándolo, como si los preparativos y el Camino mismo fuesen la preparación y la vivencia del sacramento del matrimonio.
Las pistas podrían ser: · Riesgos que asumir. · Entrenamiento necesario. · La mochila: que llevo en la mía, lo esencial, lo prescindible,… · Hay un precio que pagar. · Me enfrento a mis miedos. · Es un reto. · Hay una meta, un objetivo. · Solo conozco el punto de partida. Tengo solo el AHORA. · Pasaremos por cumbres, valles, subidas escarpadas,… · Disfrutaremos de bellos paisajes y en días nublados a penas veremos nada… · No caminaremos solos. ¿Con quién caminas?.
2-. Tu Palabra nos da VIDA
“…Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne…” (Ef.5,31- Gen.2,24) La unión en matrimonio que les estamos proponiendo a los jóvenes desde el prisma del Evangelio es mucho más profunda que una unión legal de derechos, deberes, e intereses entre un hombre y una mujer. Es un misterio de AMOR. Un amor infinito, despojado de sí mismo, entregado, de servicio,…como el amor de Cristo por nosotros. Este debe ser nuestro modelo. Tras la lectura y una breve explicación, se les puede preguntar: -¿Qué modelo de amor es el que tú vives? - ¿Qué aspectos te guían cuando crees amar a alguien?. - ¿Te sientes llamado a vivir esa experiencia de Amor y entrega tal y como se os está presentando hoy?. Este modelo de entrega, esta llamada tan concreta, no tiene porqué hacernos felices a tod@s...
3-. La VIDA en Oración: El momento de nuestros jóvenes, la etapa que están viviendo, es el momento perfecto en el que Dios hace brotar en sus corazones y en sus cuerpos una profunda inclinación hacia otros seres, otras almas. Feliz el que tenga o encuentre un amigo, un hermano, un responsable,… que sepa encaminarlos hacia esa nueva Ruta que le ayude a salir de sí mismo para darse a los demás, feliz porque así no se convertirá en esclavo de sí mismo, incapaz de amar.
“Quisiera amar, Señor, Necesito amar, Todo mi ser no es ya más que un deseo: Mi corazón, Mi cuerpo, Se alargan en la noche hacia un desconocido a quién ya amo Y braceo en el aire sin encontrar el alma a quien abrazar. Estoy solo y quisiera “ser dos”, Hablo y nadie que escuche, Vivo y vivo y nadie saca jugo a mi vida. ¿Para qué ser tan rico si no enriquezco a nadie? ¿Y de donde viene este amor? ¿A dónde va? Quisiera amar, necesito amar. He aquí Señor, en esta tarde, todo mi amor,…” (Quoist, M. “Textos Espirituales”) 4-.Entrega tu VIDA: Para concluir el grupo, podemos terminar retomando la metáfora del Camino de Santiago en el que cada uno elija de cuál de las pistas se encuentra más lejano o cual le cuesta más y en cual pondría más esfuerzo para crecer y ser más feliz.
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