Es la alegría de un pastor que encuentra su ovejita; la alegría de una mujer que encuentra su moneda; es la alegría de un padre que recibe en casa al hijo que se había perdido, estaba como muerto, y ha revivido, ha vuelto a casa. ¡Aquí está todo el Evangelio! ¡Aquí! ¡Aquí está todo el Evangelio, está todo el cristianismo! ¡Pero observad que no es sentimiento, no es "buenismo"!... El Maligno es astuto, y nos engaña con que nuestra justicia humana puede salvarnos y salvar al mundo. ¡De hecho, sólo la justicia de Dios nos puede salvar! Y la justicia de Dios se reveló en la Cruz: la Cruz es el juicio de Dios sobre todos nosotros y sobre este mundo. Pero, ¿cómo nos juzga Dios? ¡Dando su vida por nosotros!