El pasado mes de octubre del 2020 se cumplieron 50 años del compromiso de los países más ricos para destinar el 0,7% del Producto Interior Bruto (PIB) anual en proyectos de ayuda y solidarios en países menos desarrollados del mundo.
Desde entonces la deuda acumulada por incumplimiento de este compromiso asciende a 5 billones de euros y las consecuencias negativas de este incumplimiento recaen sobre 260 millones de niños sin escolarizar y 2000 millones de personas que no tienen garantizada su alimentación.
Con la pandemia la pobreza extrema puede llegar a115 millones de personas más.
España está lejos de la cifra del 0,7 %, en 2019 tan sólo llegó al 0,21%.
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