Murió joven en accidente de tráfico. Era una persona alegre y jovial, desprendía Paz y cariño. Tuvo una vida corta pero intensa, cuando conoció MIES se sintió plenamente realizado y se dedicó en pleno al apostolado, llevando una vida de oración con la alegría que le caracterizaba. Su vida no era fácil, pero nunca reflejó en su rostro ni enfado ni victimismo. Firma: Conchi González