Quisiéramos haberte despedido con una fiesta, o en el campo que tanto te gustaba, eso mejor: en una acampada estupenda oyéndote hablar de tantas cosas, con la sabiduría que había acumulado tu curiosidad y sed de conocimiento. Todo ello intercalado con alguno de tus chascarrillos que nos hacían sonreír a todos.
Sin embargo, sentimos tu partida tan temprana, tan desolada, que necesitamos como siempre la fe para asimilar que te has ido al Padre, a quien tanto amabas, cuando Él ha querido, dejándote llevar dócilmente.
Quizá esa ha sido tu vida, un caminar dócil entre la gente con la mirada puesta en Dios. Quizá esta sea la fiesta, despedirte en la esperanza de que el cielo abrirá sus puertas a ese hombre bondadoso que siempre estuve pendiente de todos. Durante años te encargabas de recordarnos a tu comunidad por quién pedíamos al Padre ese día y por privado, unas palabras tuyas llenas de profundidad y sentido nos llegaban, puntualmente, sin olvidarte de preguntar por nuestras cosas, por nuestros hijos, por nuestras vidas.
Te vemos en casa sentado junto al ventanal de tu calle, sin poderte mover apenas, cruel paradoja de tu amor a la naturaleza, de tu amor a los jóvenes, de tu amor a la vida y es por eso que hoy te hacemos libre de ataduras disfrutando de las alegrías del cielo.
Te llevamos muy dentro, Paco, porque nos has habitado en presencia de alma tantas veces, en presencia jovial pese a todos los límites que encarnaron tus enfermedades, en presencia de vocación compartida e ilusionada en la entrega a los demás, siendo los más jóvenes tu genial preferencia, referente de apostolado.
Algunas palabras de hermanos y hermanas de comunidad ayer, al conocer tu partida, iluminan y resumen bien nuestro sentir. Con ellas me despido. Seguimos caminando juntos, hermano.
“Paco, tú hoy has terminado ese camino de paso, te has liberado del cuerpo, que sujetaba tu alma a la tierra, y que tantas enfermedades te ha hecho soportar, hoy tu alma libre, empieza a saciarse, por la eternidad, del semblante del Padre. Hoy tu comunidad. que siempre está contigo, se alegra por tu feliz descanso AMÉN”
“Vamos a quedarnos con su sentido del humor y su atención a todos!! Le vamos a echar mucho de menos” Sí, para el primero Fimes y luego la Comunidad han sido esenciales en su vida. Eso me parece algo muy bonito. Y ha tenido el cariño de los hermanos y el cuidado más dedicado de algunos que habéis sido ángeles, además del cariño y la atención de su familia. Todo eso se lo lleva consigo. Y su cariño y admiración por su miniyo, ese niño que tantas alegrías le ha dado”
Fdo: Elena Picón (Comunidad Virgen Purísima)